Tangos de Palermo
Palermo
Mi Buenos Aires Querido
Palermo Viejo
Yo te saludo Palermo
A mí no me hablen de tango
La Galarcita
Mala Entraña
Pa lo que te va a durar
A pan y agua
Leguisamo solo
Salvame Legui
El Yacaré
A Don Nicasio Paredes
Nyanzas y malevos
Milonga para una calle
Milonga de Gauna
Letras
¡Maldito seas, Palermo!
Me tenés seco y enfermo,
mal vestido y sin morfar,
porque el vento los domingos
me patino con los pingos
en el Hache Nacional.
Pa' buscar al que no pierde
me atraganto con la Verde
y me estudio el pedigré
y a pesar de la cartilla
largo yo en la ventanilla
todo el laburo del mes.
Berretines que tengo con los pingos,
metejones de todos los domingos...
Por tu culpa me encuentro bien fané...
¡Qué le voy hacer, así debe ser!
Ilusiones del viejo y de la vieja
van quedando deshechas en la arena
por las patas de un tungo roncador...
¡Qué le voy hacer si soy jugador!
Palermo, cuna del orre,
por tu culpa ando sin cobre,
sin honor ni dignidad;
soy manguero y caradura,
paso siempre mishiadura
por tu raza caballar.
Me arrastra más la perrera,
más me tira una carrera
que una hermosa mujer.
Como una boca pintada
me engrupe la colorada
cual si fuera su mishé.
Palermo
Mi buenos aires querido,
Cuando yo te vuelva a ver,
No habrá más penas ni olvido.
El farolito de la calle en que nací
Fue el centinela de mis promesas de amor,
Bajo su inquieta lucecita yo la vi
A mi pebeta luminosa como un sol.
Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
Ciudad porteña de mi único querer,
Oigo la queja de un bandoneón,
Dentro del pecho pide rienda el corazón.
Mi buenos aires, tierra florida
Donde mi vida terminaré.
Bajo tu amparo no hay desengaño
Vuelan los años, se olvida el dolor.
En caravana los recuerdos pasan
Como una estela dulce de emoción,
Quiero que sepas que al evocarte
Se van las penas del corazón.
Las ventanitas de mis calles de arrabal,
Donde sonríe una muchachita en flor;
Quiero de nuevo yo volver a contemplar
Aquellos ojos que acarician al mirar.
En la cortada más maleva una canción,
Dice su ruego de coraje y de pasión;
Una promesa y un suspirar
Borró una lágrima de pena aquel cantar.
Mi buenos aires querido....
Cuando yo te vuelva a ver...
No habrá más penas ni olvido...
Mi Buenos Aires Querido
Crecí aquí,
a media cuadra de las citas domingueras
de las morochas con los soldados,
en esos tiempos de jugar en la vereda
de calesita, cine y helado.
Después me fui,
viví mudando de balcón mi primavera
y echó raíces mi desarraigo.
Y Zannetín también se fue y la panadera
que me vendía caramelos de fiado.
Pero a ese paso cascabelero
de los mateos va mi costado.
Hacia el Zoológico, hacia el Botánico,
con rumbo esdrújulo pasea mi barrio.
Yo soy de Palermo Viejo,
como Cortázar, como Carriego,
y cuando salgo de tardecita
por los pasajes me los encuentro.
Yo soy de Palermo Viejo,
pagos de Borges, Ferrer y Negro,
y en el bullicio de la placita
vuelve a hamacarme la voz del tiempo.
Por fin volví,
traje a mis hijos a vivir de otra manera,
entre jazmines, frente al estaño
del almacén donde mi viejo, quién lo viera,
se amanecía con el truco y sus milagros.
Yo soy... de aquí.
Palermo Viejo
Yo soy burrero,
desde que he nacido,
siempre he sentido,
profunda pasión,
por tus carreras,
Palermo querido,
que me has ofrecido,
tan de corazón.
Soy peor que un fierro,
para la primera,
jamas me pierdo,
la preliminar,
nunca me achica,
la verde bandera,
que copan las fieras,
de la popular.
!Palermo!,
Palermo de mis días,
un reo de alma y vida,
te canta esta canción,
Palermo, "Legui" querido,
entre el gentío,
vibró mi voz,
mi sangre burrera se estremece,
promesa que enaltece,
tu raza caballar,
Palermo, sos mi vida,
ni en mi partida te he de olvidar.
Yo te saludo Palermo
En esta noche de capricho y de fandango,
No sé con qué me van a hablar a mí de tango.
Si en los portones de Palermo fui como el patrón,
Juego de taba y milonga.
Y en la mistonga domingada en los corrales,
Fui respetado como en tantos carnavales.
Cuántos recuerdos queridos. Cómo poder olvidar
Dónde quedó mi casa vieja, con sus glicinas y el balcón
Y aquel susurro juvenil, humedecido de emoción, tras de la reja
Patio de piedras desparejas bajo la sombra del parral
Con mi guitarra y mi canción, ¡Si me dan ganas de estrujar, al corazón!
No quiero hacer jamás alarde de mi rango
Pero no sé con qué me van a hablar a mí de tango
Con pantalón de fantasía y taco militar, ¡si habré copado paradas!
Y en la cortada domingada en los corrales
Fui respetado como en tantos carnavales
Tango era el que antes bailaron El Mocho y El Cachafaz.
Dónde quedó mi casa vieja, con sus glicinas y el balcón
Y aquel susurro juvenil, humedecido de emoción, tras de la reja
Patio de piedras desparejas bajo la sombra del parral
Con mi guitarra y mi canción. Si me dan ganas de estrujar, al corazón
A ver, que sirvan más copas, para poder olvidar.
A mí no me hablen de tango
Estás cachuzo a besos, te han descolao a abrazos,
se te ha arrugao la cara de tanto sonreir.
¡Si habrás ensuciao puños en mesas de escolaso!
¡Si habrás gastao alfombras, muchacho bailarín!
¡Cómo tembló Palermo cuando sacando vales
pelaste la de cuero repleta de tovén!
¡Cómo tembló Griselda cuando esos carnavales
marcaba ciento veinte tu regia voiturette!
Pa' lo que te va a durar tanta alegría y placer
cuando entrés a recoger eso que vos hoy sembrás,
cuando te des cuenta exacta de que te has gastao la vida
en aprontes y partidas, muchacho, te quiero ver.
Vos sos el que no pide, vos sos el que no ruega,
vos sos al que ninguna mujer lo despreció,
vos sos el que no tiene temores cuando juega,
vos pedís por derecha habiendo banca o no.
Y por noble y derecho vas dejando a pedazos
en esa caravana tu noble corazón:
en esa caravana de aciertos y fracasos
con que adornás tu vida de taura y gigoló.
Pa lo que te va a durar
Te criaste entre malevos,
malandrines y matones,
entre gente de avería
desarrollaste tu acción;
por tu estampa, en el suburbio
florecieron los balcones,
y lograste la conquista
de sensibles corazónes
con tu prestigio sentado
de buen mozo y de varón.
Mezcla rara de magnate
nacido en el sabalaje,
vos sos la calle Florida
que se vino al arrabal.
!Compadrito de mi esquina,
que solo cambió de traje!
pienso, siempre que te veo
tirándote a personaje,
que sos mixto jaulero
con berretín de zorzal.
Malandrín de la carpeta,
te timbeaste de un biabazo
el caudal con tu vieja
pudo vivir todo un mes,
impasible ante las fichas,
en las noches de escolaso
o en el circo de Palermo,
cuando a taco y a lonjazo
te perdés por un pescuezo
la moneda que tenés.
Y es por eso que asentaste
tu cartel de indiferente,
insensible a los halagos
de la vida y al sufrir;
se murió tu pobre madre,
y en el mármol de tu frente
ni una sombra, ni una arruga
que deschavara, elocuente,
que tu vieja no fué un perro,
y que vos sabés sentir...
Pero al fin todo se acaba
en esta vida rastrera
y se arruga el más derecho
si lo tiran a doblar;
vos, que sos más estirado
que tejido de fiambera,
Dios no quiera que te cache
la mala vida fulera,
que si no, como un alambre,
te voy a ver arrollar.
Mala entraña
En mi triste evocación surge
el tiempo que se fue.
¡Cuántos años han pasado
y parece que fuera ayer!
¿Dónde está la que amé?
¿Dónde está la que olvidé?
El recuerdo me entristece
y anochece en mi corazón.
Viejo Palermo de entonces
hoy regresas a mi mente.
Cuántos amigos ausentes
como yo recordarán...
esas noches de verbena,
esas noches de alegría,
y este tango que se oía
entre copas de champán...
(Hablado) A pan y agua...
Tango que viene de lejos
a acariciar mis oídos
como un recuerdo querido
con melancólicos dejos.
Tango querido de ayer,
qué ventarrón te alejó.
Junto con ella te has ido
y hoy la trae tu evocación.
A pan y agua
Alzan las cintas; parten los tungos
como saetas al viento veloz...
Detras va el Pulpo, alta la testa
la mano experta y el ojo avizor.
Siguen corriendo; doblan el codo,
ya se acomoda, ya entra en acción...
Es el maestro el que se arrima
y explota un grito ensordecedor.
"Leguisamo solo!..."
gritan los nenes de la popular.
"Leguisamo solo!..."
fuerte repiten los de la oficial.
"Leguisamo solo!..."
ya esta el puntero del Pulpo a la par.
"Leguisamo al trote!..."
y el Pulpo cruza el disco triunfal.
Leguisamo solo
Estoy perdido, no tengo chance,
no tengo amigos, ni tengo amor.
Palermo sólo tiene la culpa,
su bruja arena me engualichó.
Busco desquite pero no viene,
todos los datos son N.P.
Fui siempre contra del viejo Legui,
pero esta vuelta me juego a él.
¡Salvame Legui, salvame Legui!,
que a tu pericia van mil y mil.
Y si se hace, ¡salvao el hombre!...
Chau a los burros, pianto a París.
¡Salvame Legui, salvame Legui,
Pulpo querido, por caridad!
Traelo cerca, largalo justo
apenas pise la popular.
Mirame hermano, como he quedado,
hablando solo, pobre de mí...
Me vienen Legui, mal los borrados
todas las pierdo por la nariz.
Me jugué un paco por una fija,
de esas gauchitas, poné y cobrá.
Y me dijeron: "Tené paciencia.
hubo decreto y fue pa'atras."
Salvame Legui
Es domingo, Palermo resplandece de sol,
cada pingo en la arena llevará una ilusión.
En las cintas los puros alineados están
y a la voz de “¡Largaron!” da salida un afán.
En el medio del lote, conteniendo su acción,
hay un jockey que aguarda con serena atención,
ya se apresta a la carga... griterío infernal.
Emoción que desborda en un bravo final.
¡Arriba viejo Yacaré!
Explota el grito atronador.
Todos castigan con rigor,
pero no hay nada que hacer,
en el disco ya está Antúnez.
Sabés sacar un perdedor,
ganar un Premio Nacional...
Muñeca brava y al final
el tope del marcador
siempre es tu meta triunfal.
Un artista en las riendas, con coraje de león,
tenés toda la clase que consagra a un campeón.
Dominando la pista con certera visual
el camino del disco vos sabés encontrar.
Las tribunas admiran tu pericia y tesón
y se rinde a tu arte con intensa emoción.
Se enronquecen gargantas en un loco estallar,
cuando a taco y a lonja empezás a cargar.
El Yacaré
Barrio, que sentís la emoción del ayer
Al recordar, broncas de ley,
Al viejo barrio mío, Palermo tan querido
Quiero con mi canto llegar hasta vos,
Y así volcar todo mi ardor
¡Barrio!, ¿Qué tenés?
Que hacés vibrar mi corazón.
Evocación triste y sentimental,
Ya tus nyanzas y malevos
No volverán jamás.
Glorias de ayer
Hoy, qué cambiado estoy,
Barrio viejo, mi Palermo
Me da pena el recordar.
Barrio San Martín, el orgullo sos vos
Por mantener la tradición,
Al viejo barrio mío, Palermo tan querido
Junto a tus paredes el taita feroz,
Se acomodó para pelear,
Y con su facón
Hasta la cana hizo aflojar.
Nyanzas y Malevos
Venga un rasgueo y ahora,
con el permiso de ustedes,
le estoy cantando, señores,
a Don Nicanor Paredes.
No lo vi rígido y muerto.
Ni siquiera lo vi enfermo.
Lo veo con paso firme
pisar su feudo, Palermo.
El bigote un poco gris,
pero en los ojos el brillo,
y cerca del corazón
el bultito del cuchillo.
El cuchillo de esa muerte
de la que no le gustaba
hablar... Alguna desgracia
de cuadreras o de tabas.
(Recitado)
De atrio más bien fue caudillo,
si no me marra la cuenta,
allá por los tiempos bravos
del ochocientos noventa.
Si entre la gente de faca
se armaba algún entrevero
él lo paraba de golpe,
de un grito o con el talero.
Ahora está muerto y con él
cuánta memoria se apaga
de aquel Palermo perdido
del baldío y de la daga.
Ahora está muerto y me digo:
—¡Qué hará usted, Don Nicanor,
en un cielo sin caballos,
sin vino, retruco y flor!
A Don Nicasio Paredes
Ahí va mi sombra por calle Humboldt, la orilla verde de la ciudad;
una arbolada calle orillera adoquinada de soledad.
Por esta calle pasa la vida madrugadora como un panal;
soy el vecino de un vecindario que amasa a diario tumulto y pan.
Yo suelo amanecer de niebla en el andar,
Palermo es un balcón que se niega a olvidar,
allí empinó el pregón su dura libertad.
Por esta calle pasó mi pueblo soñando un sueño de no acabar.
En calle Humboldt no hay campanarios y en su silencio crece el malvón,
otoñamente nos despereza la milonguita de algún gorrión.
La tarde vieja entra al boliche y piensa un trago crepuscular,
cuando el violento salmo de un truco me echa un envido de eternidad.
Yo suelo verdecer, amaneciendo aquí, con árboles y sol, y gorrión y país.
¡Qué hermoso despertar y amanecer raíz!
Por calle Humboldt, por calle río, por calle pueblo del porvenir.
Por esta calle pase y no calle, levante un canto de hombre y país.
Venga y levántelo, grite: "Yo soy de aquí".
Milonga para una calle
El dolor se le fue
Como por artimaña
Vaya uno a saber
Si es así o se engaña
Su sonrisa final
Vaya uno a saber
Lo que quiso Gauna
Dicen que su canción
Ya estaba cantada
Quién pudiera decir hoy
Si sabía Gauna
Que en aquel carnaval
Cumpliría su rol
Misterios del alma
Emilio Gauna
Murió en Palermo
En una noche de carnaval
Acuchillado en un mano a mano
Que se arrastraba de años atrás
Una duda resultó
Ser mucho más fuerte
Una duda que enterró
El miedo a la muerte
En su ciego puñal
Una duda murió
En su cuerpo inerte
El valor le llegó
Cuando era debido
El coraje que pidió
Le fue concedido
Encontró a su rival
Ni perdió ni ganó
Se marchó tranquilo
Emilio Gauna
Murió en Palermo
En una noche de carnaval
Acuchillado en un mano a mano
Que se arrastraba de años atrás
Milonga de Gauna
![]() |
---|
![]() |
![]() |
![]() |